Historia de la parroquia
Los Orígenes
El 24 de Junio, día de san Juan Bautista, de 1478 llegó a la Isla de Gran Canaria una flota de 8 barcos de vela con 600 soldados al mando de Juan Rejón enviado por los Reyes Católicos. Desembarcaron en la Isleta y celebraron la primera misa en Gran Canaria en el mismo lugar donde hoy está la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz.
Emprendieron la marcha hacia el sur de la isla por la orilla del mar. Cuando llegaron a la desembocadura del barranco Guiniguada decidieron establecer allí el campamento y los clérigos franciscanos y seculares levantaron una ermita donde hoy esta ubicada la ermita de san Antonio Abad.
Este primitivo núcleo urbano fue creciendo y es lo que constituye el barrio de Vegueta. Así nació la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria que tomó el nombre del frondoso bosque de esbeltas palmeras que crecían a los lados del barranco. Por eso, cada año, el día de San Juan se celebra las fiestas fundacionales de esta Ciudad.
En este barrio histórico se desenvolvió un estilo arquitectónico colonial donde se puede contemplar hermosas casas de portal de cantería, balcones de tea labrada, gárgolas de piedra y recoletos patios con elegantes balaustradas. La construcción de la Catedral de Santa Ana fue el motor principal para la planificación de la plaza mayor y alrededor se construyeron los edificios más importante del Archipiélago como fórmula que se repetirá muy a menudo en América. Es la primera ciudad fundada por la Corona española fuera de la Metrópolis.
Vegueta fue declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional el 5 de abril de 1973. Y actualmente está en trámite el expediente para que sea declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
La construcción de la Iglesia de San Agustín
La Ermita
En el año 1524, el Ayuntamiento mandó construir una Ermita como promesa de acción de gracias y desagravio, dedicada a la advocación de la Vera Cruz, y donó la primera imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz. Fue erigida en la orilla del mar sobre los cimientos de la antigua mancebía, propiedad del Cabildo de la ciudad.
En el siglo XVII la ermita se encontraba en estado ruinoso, siendo sustituida en 1664 por la primera iglesia y convento de la Orden de San Agustín que, por la pobreza de los materiales con que fue edificada, pronto tuvo que ser reconstruida y ampliada, iniciándose los trabajos de la construcción del actual templo a fines del siglo XVIII.
El templo actual
En 1786 se empezaron a abrir los cimientos del nuevo y actual templo. El documento conservado en el Archivo Histórico Nacional, nos informa de la solemne colocación de la primera piedra el 6 de julio de 1786 estando presentes el Obispo D. Antonio de la Plaza y el Cabildo Catedral, con asistencia de su racionero D. Diego Nicolás Eduardo, director de parte de la obra de la Catedral y de esta nueva iglesia, acusando siempre la fiebre del momento, el neoclásico.
Dos años más tarde en 1788 se comenzaba a labrar la actual fachada constituida por una puerta adintelada enmarcada por dos pilastras retranqueadas y adornadas con estrías, estando al mismo tiempo rematadas por sendos pinaculillos siempre en sillería tallada.
Trabajaron en las obras del templo de San Agustín: Agustín Fernández, maestro de cantería y obras, constructor, maestro pedrero, aparejador, cantero formado en neoclásico y barroco regional y Luis Donate, maestro de cantería, alarife y maestro de pedrero, constructor y cantero, formación en neoclásico y barroco regional.
Diego Nicolás Eduardo construyó un templo de una sola nave, con capillas al lado del Evangelio y Epístola formando acusado crucero en planta. Tras la Capilla Mayor, amplia sacristía y pórtico de estilo neoclásico, siendo su interior de orden toscano. En la reforma se suprimió el pórtico y las capillas de cañón de la nave, pero sí se conservó el crucero del mismo ancho que ésta. A los pies del lado del Evangelio se hizo la capilla bautismal, con salida directa a la calle lateral. Portada entre pilastras, sin capiteles ni entablamiento. Ventana a regla encima. Coronamiento del imafronte curvo, con molduraje por extremo sencillo y rematado con una cruz.
Las Reformas
El templo ha pasado por diversas reformas.
Estando de párroco el presbítero D. Balbino Cañal (1920-1955), se llevó a cabo una reparación donde el recinto presentó la siguiente estructura:
Una sola nave con acusado crucero, piso revestido de pavimento sobre cantería que tapaba a la misma y a las 16 laudas sepulcrales descubiertas posteriormente, techumbre de traza sencilla a manera de bóveda de cañón revestida con estucos de escaso valor.
En 1980, apreciándose el grave estado de las vigas del techo, a iniciativa del párroco Rvdo. Agustín Alamo con la dirección técnica del arquitecto Luis Alemany Orella, se procede bajo el alto patrocinio de Bellas Artes y Consejería de Cultura del Gobierno Autónomo, al igual que la contribución de la feligresía, a la restauración del templo y su centro parroquial, siendo inaugurado el 27 de Septiembre de 1984..
En la última reforma del templo, se rescató del proyecto original la realización de una nave al lado Sur con acusadas pilastras en estilo neoclásico obra de Diego Nicolás Eduardo.
Allí se ha instalado la Capilla del Santo Cristo de la Vera Cruz, patrón insigne de la Ciudad, colocándose en las arcadas que forma, dos de medio punto a los laterales y rebajada el central, tres vidrieras de estilo cubista, obra del escultor Giraldo, siendo la del lado del poniente de motivos alusivos al sacramento del bautismo, pues se instala en ese mismo lugar una hermosa pila bautismal en mármol blanco rematada por una imagen de la Virgen en pequeño y de alabastro. Actualmente esta pila se encuentra en la Catedral.