El próximo 24 de Julio celebramos la II Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que tiene como lema «En la vejez seguirán dando fruto» (Sal 92,15)
Corno nos enseña el Papa Francisco los ancianos son también el presente y el mañana de la Iglesia. Sf, ¡son también el futuro de una Iglesia que, junto con los jóvenes, profetiza y sueña! Por eso es tan importante que los ancianos y los jóvenes hablen entre ellos, es muy importante ( …).
En esta jornada destacamos dos ideas fundamentalmente:
1.- Considerar a la gran población de personas mayores como parte activa del pueblo de Dios y no sólo como objeto de atención caritativa. Son una parte considerable del laicado católico y tienen necesidades especiales que debemos tener en cuenta. Como afirma el Papa:
La ancianidad no es un tiempo inútil en el que nos hacemos a un lado, abandonando los remos en la barca, sino que es una estación para seguir dando frutos. Hay una nueva misión que nos espera y nos invita a dirigir Ja mirada hacia el futuro. «La sensibilidad especial de nosotros ancianos, de la edad anciana por las atenciones, los pensamientos y los afectos que nos hacen más humanos, debería volver a ser una vocación para muchos. Y será una lección de amor de los ancianos hacia las nuevas generaciones».
2.- La lucha contra la «cultura del descarte», se propone:
La [ornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores es una ocasión para decir una vez más, con alegría, que la Iglesia quiere festejar con sus mayores su papel importantísimo en la misión de la Iglesia. Es también un buen momento de proponer iniciativas para promover el servido pastoral a los ancianos y con los ancianos.
« Queridas abuelas y queridos abuelos, queridas ancianas y queridos ancianos, en este mundo nuestro estamos llamados a ser artífices de la revolución de la ternura.
Hagámoslo, aprendiendo a utilizar cada vez más y mejor el instrumento más valioso que tenemos, y que es el más apropiado para nuestra edad: el de la oración.
«Convirtámonos también nosotros un poco en poetas de la oración: cultivemos el gusto de buscar palabras nuestras, volvamos a apropiamos de las que nos enseña la Palabra de Dios». Nuestra invocación confiada puede hacer mucho, puede acompañar el grito de dolor del que sufre y puede contribuir a cambiar los corazones. Podemos ser «el «coro» permanente de un gran santuario espiritual, donde la oración de súplica y el canto de alabanza sostienen a la comunidad que trabaja y lucha en el campo de la vida».
Los invito a anunciar ésta Jornada en sus parroquias y comunidades. Invitar a los mayores a participar en la liturgia con motivo de la Jornada y poder ganar así la indulgencia plenaria que ha concedido la Penitenciaría Apostólica. Ir a visitar a los ancianos sabiendo que la visita a los ancianos que están solos es una obra de misericordia de nuestro tiempo yen esta jornada también es motivo de ganar la indulgencia plenaria.
Por último os invito a reflexionar el documento «La ancianidad: riqueza de frutos y bendiciones» publicado por la Conferencia Episcopal Española para que nos ayude a coordinar potenciar una buena pastoral de las personas mayores.
Pidamos a la Virgen del Pino, Madre de la Ternura, que nos haga a todos artífices de la revolución de la ternura, para liberar juntos al mundo de la sombra de la soledad y del demonio de la guerra.
D. José Mazuelos Pérez, Obispo de Canarias
Las Palmas de Gran Canaria, 15 de Julio de 2022